TaeKwon-Do y la aptitud física
El TaeKwon-do ofrece un medio perfecto para desarrollar:
· Poder muscular.
· Energía dinámica.
· Habilidad para cambiar la dirección del movimiento.
· Agilidad – la habilidad de mover el cuerpo rápidamente de un lugar a otro.
· Flexibilidad de los músculos, ligamentos y articulaciones.
· Visión periférica.
· Concentración.
· Compresión sobre la mecánica y la técnica del movimiento del cuerpo.
Además, la practica constante del TaeKwon-Do genera, entre otros beneficios, aumentar la percepción y organización motriz, concentración, visión periférica, desarrollo del cuerpo, acondicionamiento del corazón y de los pulmones.
Eso añadido a los beneficios evidentes de la autodefensa y la satisfacción de dominar una forma antigua de arte, debería hacer que el Taekwon-do forme parte de la vida de cada uno.
TaeKwon-Do y su efecto mental
El TaeKwon-do es un arte que implica un cierto modo de pensamiento y de vida, particularmente generando cultura moral y un poder de justicia.
La repetición constante de los ejercicios enseña la paciencia y la resolución de superar todas las dificultades. La formidable potencia generada por el cuerpo desarrolla la confianza en si mismo. Los combates enseñan la humildad, el coraje, la agilidad, la posición, la adaptabilidad así como el autocontrol.
Las formas nos dan flexibilidad, gracia, equilibrio y coordinación; mientras los ejercicios fundamentales desarrollan la precisión y enseñan el método, los principios, la imaginación y el objetivo.
También puede ser utilizado para bajar las tensiones y las presiones generadas por el rigor de largas horas de estudios. Una sesión de entrenamiento puede revitalizar y refrescar al estudiante a ayudar a canalizar su energía hacia sus estudios nuevamente.
En general los estudiantes de Taekwon-Do tienen bajos niveles de ansiedad, altos niveles de autoestima, actitudes más respetuosas y un mayor sentido de responsabilidad.
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